Los cangrejos samurai son una especie autóctona del Mar de Japón, única en el mundo y venerada por los pescadores locales. En su caparazón presentan un patrón que recuerda al rostro de un guerrero samurái de principios del siglo XII.

Esta pareidolia tiene una explicación desde el folklore japonés. Hace referencia a la historia de los Heike, el clan guerrero que dominó Japón durante más de 350 años.

La dinastía Heike desapareció en abril de 1185 en una combate naval que se libró en el Estrecho de Kanmon, al sur de Japón. Pese a sus conocimientos navales, los guerreros Heike fueron derrotados por la Dinastía Genji en una batalla que se prolongó durante horas.

Cuando los Heike vieron que no tenían escapatoria prefirieron arrojarse al mar antes de caer en manos de sus enemigos. La leyenda asegura que los cangrejos samurai llevan el rostro de los guerreros que murieron ahogados.

Este relato se recoge en el poema épico “El Cantar de Heike” y dicha batalla ha sido inmortalizada en innumerables grabados que presentan a los espíritus de los guerreros habitando el fondo del mar.

Los cangrejos samurai son un fenómeno ¿Natural?

La idea de que los patrones de los caparazones de ciertos cangrejos representaban a los guerreros Heike muertos en combate inició un proceso de selección artificial ejecutado durante siglos por los pescadores de la zona: aquellos cangrejos capturados cuya coraza simulara un rostro samurái eran devueltos al mar, limitandose la extracción a ejemplares que no presentaran ese patrón.

Esta costumbre provocó que sólo los cangrejos que presentaban ese patrón sobrevivieran, se reprodujeran y transmitieran su carácterística de generación en generación.

¿Sabías que Carl Sagan popularizó la historia de los cangrejos samurái en su obra ‘Cosmos’ (1980) ?

¿Te gustaría tener en tus manos uno de esos cangrejos samurai?  Es más sencillo de lo que parece encontrarlos en un viaje de buceo en Japón.