La bahía de Kabira es el lugar más visitado del Archipiélago de Iriomote. La razón es obvia: docenas de islotes verdes rodeados de un mar entre azul y turquesa.
Una bahía con unas playas tentadoras pero, ¡cuidado! No está permitido bañarse por que en sus aguas se cultivan perlas negras. En todo Japón solo hay 2 puntos donde se cultivan perlas negras. Uno es Kabira, el otro está situado en la vecina isla de Iriomote.
Como buceador no te va a resultar muy interesante abordar uno de los barcos con fondo de cristal que acerca a los turistas a contemplar el coral, pero las vistas de la Bahía de Kabira son simplemente impresionantes.
Custodiando la bahía no puede faltar un templo: el Templo Kannon. Fue construido en el siglo XVII, cuando la bahía de Kabira era uno de los principales puertos del archipiélago de Okinawa.
Según la leyenda, un día de mala mar un barco se vió obligado a fondear en la bahía mientras esperaba que el tiempo mejorara. Sin que nadie se diera cuenta un niño pequeño desembarcó y…¡El barco zarpó sin él!
El niño rezó y rezó para que el barco regresara y, entonces, de repente, comenzó a soplar un fuerte viento del norte. El barco no tuvo más remedio que regresar a la bahía de kabira debido al mal tiempo y el niño pudo subir a bordo y regresar a su casa.
Tiempo después el niño, que se convirtió en monje, regresó a Ishigaki y erigó el templo Kabira Kannon.
Sin duda la bahía de Kabira es uno de los lugares más bellos de la isla de Ishigaki, nuestro principal destino de buceo en Japón.
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