En plena Navidad, cuando los vientos y las corrientes son más fuertes en esa zona del Pacífico, fui a bucear en un sitio que había estado en mi lista desde que hace cerca de 30 años me fui a vivir a Japón.

En este post voy a compartir contigo lo que viví en primera persona, lo que escuché de los habitantes de Yonaguni y de lo que me he ido informando.Quizá, juntos, llegaremos a una conclusión.

Yonaguni es una pequeña isla situada en el extremo más occidental de Japón, en plena corriente de Kuroshío. Una isla tropical, repleta de vegetación, que puedes recorrer en coche en menos de 2 horas.

El punto de buceo donde se encuentra el monumento megalítico conocido como la Atlántida Japonesa está a tan solo 100 metros de la costa sur de la isla Yonaguni, lo que supone tan solo unos 20 minutos de travesía

¿Quién descubrió la Atlántida japonesa?

Durante los 80 la isla de Yonaguni era un destino de buceo popular por sus encuentros con enormes escuelas de tiburones martillo . Fue en 1986, en una búsqueda de nuevos puntos de buceo cuando Kihachiro Aratake descubrió el Monumento Megalítico de Yonaguni, conocido como la Atlántida japonesa.

Su nombre en japones es “Kaitei Iseki” (el monumento en el fondo del mar) y su descubrimiento inmediatamente generó un debate sobre si se formó de forma natural o si se trataba de una estructura creada por una civilización antigua.

Infinidad de Teorías

¿Es un milagro geológico o una prueba de la existencia de un continente perdido? El continente perdido de Mu, La Atlántida Japonesa.

Existen un sin fin de teorías sobre su origen. Multitud de expertos han estudiado y especulado sobre ello. Lo que está claro es que se trata de una estructura megalítica formada por capas de arenisca y lutita en torno a un monolito central, en forma de pirámide, que mide 290 m. por 120 m. y 26 m. de altura.

Quien más esfuerzos a dedicado a su investigación es el profesor de Geología Marina de la Universidad de Ryukyus Okinawa, Masaaki Kimura. Su equipo encontró lo que aparentan ser herramientas y artefactos de piedra utilizados para la agricultura.

Hallaron también tablillas grabadas con símbolos y figuras de animales, una cara tallada al estilo de los Moai de la Isla de Pascua y una inmenso relieve del tamaño de un campo de tenis con la forma de una tortuga durmiendo y que se contempla desde altura.

Lo más desconcertante son sus paredes verticales que desde una profundidad de 25 m. llegan hasta casi la superficie del mar. Ante ellas la interpretación de que es una formación natural pierde peso, ya que hubiera sido necesario encontrar en el fondo los pedazos de bloques que faltan y en el fondo no hay nada.

También encontraron algo que podría haber sido un sistema de drenaje, un pasaje circular, un muro de contención y una piscina o alberca. Todo ello salpicado de agujeros sobre los que se hubieran insertado pilares,

Según el Profesor Kimura estamos ante una estructura de unos 10,000 años de antigüedad, lo cual es simplemente imposible. Los pueblos primitivos que vivían en cuevas era imposible que construyeran un monumento tan enorme.

El útimo paso ha sido la datación con carbono 14 y berilio-10 del coral adherido a la estructura que indicó una edad aproximada de unos 3.000 años.

En paralelo Robert Schoch, de la Universidad de Boston, estuvo estudiando el monumento de Yonaguni y concluyó que era completamente natural porque el origen volcánico de las rocas de las islas tenían la propiedad de romperse en formas rectas.

La realidad, que yo pude comprobar con mis ojos, es que los acantilados de la isla tiene esas formas caprichosamente cúbicas.

Bucear en la Atlántida Japonesa

Las ruinas submarinas de Yonaguni se visitan en una sola inmersión.

Su terraza superior está a sólo 5 m por debajo de la superficie. La base de la pirámide principal está a sólo 25 m. Pero no te confíes: Las corrientes son tremendamente fuertes. Es una inmersión para buceadores experimentados, mínimo 80 inmersiones registradas.

La visita se inicia atravesando el dintel de una puerta y se continúa hacia las terrazas principales, con su icónica escalera gigante.

Desde la terraza superior se contemplan los canales que marcan lo que podría ser el sistema de drenaje y la estructura con forma de tortuga.

Hay mucho que ver y la corriente se encarga de arrastrarte entre sus paredes para irlo visitando todo sin tener que mover tus aletas.

Entonces… ¿la Atlantida Japonesa es una formación natural o hecha por el hombre?

Quien lo sabe… ni los expertos se pone de acuerdo.

Por eso, sea lo que sea, la mejor opción es visitarlo. Nosotros te lo ponemos facil y encima lo podrás disfrutar en tu idioma.