Rituales de apareamiento en aguas de Japón

En el mundo marino japonés, el amor se vive con intensidad… y con mucho ingenio. Algunos peces cantan, otros construyen verdaderas obras de arte en el fondo del mar, y hay quienes, literalmente, se entregan por completo.

Si alguna vez te has preguntado qué se cuece en las profundidades cuando llega la temporada de apareamiento, prepárate para enamorarte de estas peculiares historias de cortejo y apareamiento.

El canto del amor en el Pacífico: la ballena jorobada

En aguas cálidas cercanas a Japón, los machos de ballena jorobada componen complejas melodías submarinas que pueden viajar más de 500 km. Aunque no tienen cuerdas vocales, sus cantos resuenan en el océano como una serenata dedicada a las hembras.

Un verdadero espectáculo natural que algunos afortunados pueden escuchar, acompañandonos a nuestros viajes de buceo a las islas Ogasawara o Okinawa.

Arquitectos del fondo marino: el pez globo Amami Hoshizora.

En Amami, los machos de esta diminuta especie de pez globo (de apenas 15 cm) construyen círculos geométricos de más de 2 metros de diámetro en la arena para atraer pareja.

Un esfuerzo titánico… ¡con resultados! Las hembras solo aceptan al que cree la figura más perfecta.

¿Imaginas presenciar uno de estos “crop circles” submarinos durante una inmersión? Desde Buceo en Japón te llevamos a verlos.

 El amor que consume: el inquietante ritual del rape.

En los abismos japoneses, el rape de linterna (chōchin ankō) lleva la pasión a otro nivel.

El minúsculo macho (4 cm frente a los 30 de la hembra)en el apareamiento se fusiona literalmente con su pareja, siendo absorbido por ella tras la reproducción. Un vínculo extremo en las tinieblas que demuestra que, en el mar, el amor también puede ser absorbente.

Cortejo a mordiscos: los tiburones japoneses

Los tiburones, como el martillo o el cazón japonés, no se andan con sutilezas. Durante el apareamiento, los machos muerden a las hembras para sujetarlas… y ellas, como defensa, han desarrollado una piel más gruesa.

Una danza salvaje y cruda, que te facilitamos presenciar en lugares como Mikomoto o Tateyama durante ciertas épocas del año. Solo apto para buceadores preparados.

 Un flechazo con forma de corazón: los caballitos de mar

El himetatsu, una especie descubierta recientemente en Japón, protagoniza uno de los espectáculos más románticos del océano: cuando macho y hembra se unen para transferir los huevos al saco incubador del padre, su forma se convierte en un corazón perfecto.

Verlo en directo mientras buceas en la costa de Tottori es un regalo para el alma. Nosotros te llevamos.

Sumérgete en sus historias.

Bajo el agua, cada cortejo es una coreografía instintiva y a veces trágica, pero siempre fascinante. Ven a bucear en Japón durante la temporada de apareamiento (primavera y principios de verano en muchos casos) y podrás ser testigo de estas increíbles escenas donde la vida comienza con un gesto, un canto o una danza.

 Porque estas historias de amor submarino nos recuerdan por qué merece la pena proteger cada arrecife, cada rincón de mar donde la vida continúa, silenciosa y maravillosa.

Y a tí, ¿cual de los rituales de apareamiento te ha parecido más interesante?

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