Noche mágica en Ishigaki: el milagro del desove de corales
Hay noches en las que el océano se convierte en escenario de pura magia. Una de ellas ocurre cada año, entre mayo y junio, en las aguas tropicales de Okinawa.
Es el momento en que los corales, en una sincronía perfecta bajo la luna llena, liberan al unísono millones de esferas rosadas cargadas de vida.
Este fenómeno, conocido como el desove masivo de corales, no solo es un espectáculo visual hipnótico: es un recordatorio vibrante de que el mar está más vivo que nunca.
Cuando el mar respira al unísono
 Durante la temporada de reproducción, corales de la misma especie que comparten un mismo arrecife sueltan al mismo tiempo unas pequeñas esferas llamadas bundles, que contienen óvulos y esperma. Estos flotan suavemente hacia la superficie, donde estallan y permiten que la vida continúe. Todo esto ocurre en apenas unos minutos, como si el océano exhalara un suspiro de renovación.
Durante la temporada de reproducción, corales de la misma especie que comparten un mismo arrecife sueltan al mismo tiempo unas pequeñas esferas llamadas bundles, que contienen óvulos y esperma. Estos flotan suavemente hacia la superficie, donde estallan y permiten que la vida continúe. Todo esto ocurre en apenas unos minutos, como si el océano exhalara un suspiro de renovación.
Este año, la primera gran señal llegó el 7 de mayo, cuando Taka, nuestro Divemaster, presenció el desove diurno de corales látigo (Kudasango). Fue el pistoletazo de salida: los expertos sabían que la especie Acropora le seguiría en los días siguientes.
Y así fue: el 13 de mayo, en la poco profunda bahía de Nagura, a solo 2-3 metros de profundidad, el agua se tiñó suavemente de rosa.
A las 21:30 h, las primeras esferas flotaron tímidamente desde la base de los corales.
Quince minutos después, el arrecife entero explotó en vida.
Ishigaki: un santuario aún fértil gracias al desove de corales
 A pesar de las amenazas globales al coral, Ishigaki sigue regalando esperanza.
A pesar de las amenazas globales al coral, Ishigaki sigue regalando esperanza.
En algunas zonas, nuevos corales brotan con tanta fuerza que apenas queda espacio entre ellos. Incluso áreas afectadas por el blanqueamiento han empezado a recuperarse gracias a estos desoves.
Nuestro experimentado guía Taka lleva 15 años siguiendo este fenómeno:
“Este año quería ser el primero en verlo. Aposté por zonas más someras y acertamos. La naturaleza no siempre obedece, pero cuando se alinea… es inolvidable”.
Las predicciones este año se vieron alteradas por una bajada repentina de la temperatura del agua tras una tormenta, pero al final, la recompensa fue espectacular.
¿Y si ves tú también el desove de corales?
Lo mejor es que la temporada de desove no ha terminado. En junio, los arrecifes más profundos de Ishigaki aún pueden sorprendernos.
Si sueñas con bucear entre vida que nace, con ser testigo del océano en su forma más pura, junio es tu momento.
No solo verás corales: presenciarás un renacimiento.
Puedes hacerlo realidad uniendote a nuestros viajes de buceo en Japón



Maravilloso… gracias!!
Gracias a ti por leerme
Ha de ser algo impresionante
Lo es, y te invito a presenciarlo.
Gracias por pasarte por aquí